lunes, 19 de noviembre de 2012

Guerra de Sucesión y Tratado de Utrecht

La Guerra de Sucesión (1701-1713) comenzó por el problema de sucesión de Carlos II de España.
El rey murió sin dejar descendientes y en su testamento legó todos sus reinos a Felipe de  Anjou (Felipe V), nieto de Luis XIV de Francia, con la condición que los dominios españoles no se dividieran. Por otro lado, Carlos de Habsburgo no aceptó el testamento e inició la guerra contra Felipe V.
La Guerra de Sucesión tuvo dos vertientes:

  • Como guerra europea fue un enfrentamiento para obtener la hegemonía (dominio) europea. Luis XIV y Felipe V tuvieron que enfrentarse a la coalición formada por Austria, Saboya, Holanda e Inglaterra.
  • Como guerra civil fue un enfrentamiento entre Castilla, partidaria de Felipe V, y la Corona de Aragón, partidaria de Carlos de Habsburgo.
La guerra fue larga e indecisa, pero en 1711 Carlos de Habsburgo se convirtió en Emperador de Austria e Inglaterra que era contraria a cualquier hegemonía europea, forzó la paz.
Al mismo tiempo, en 1714, Felipe V conquistó Barcelona y la Corona de Aragón se rindió.
El Tatado de Utrecht (1713), con este acuerdo se llega al fin de la guerra, estableció el fin de las hegemonías y el comienzo del Equilibrio Europeo. Felipe V fue reconocido rey de España, pero Luis XIV tuvo que renunciar a la unión de un lado y otro de los Pirineos. Austria se apropió de la mayor parte de los territorios españoles en Italia y los Países Bajos. Inglaterra, por su parte, se apropió de Gibraltar y Menorca, pero las mayores ventajas que obtuvo fueron comerciales:

  • Navío de Permiso: permiso que concedió España a Inglaterra para enviar un barco de 500 toneladas al año, a las colonias españolas en América para comercializar. En la práctica, el navío permitía la extensión del contrabando casi sin límites.
  • Asiento de Negros: anualmente Inglaterra tenía derecho a traficar con 4800 esclavos negros.
España fue la gran perdedora, ya que perdió todos sus dominios en los Países Bajos y en Italia, además de Gibraltar, Menorca y Terranova, con lo cual no se respetó el testamento de Carlos II. Por ese motivo España no aceptó esta parte del tratado, además Isabel de Farnesio (segunda esposa de Felipe V) quería recuperar los antiguos dominios italianos para dotar a sus hijos. Ésto dio lugar al Revisionismo en Italia (1720-1730).`

                                    

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