La política exterior de Felipe V se dirigió al intento fallido de recuperar los territorios italianos. La incapacidad de recuperar dichos territorios llevó a las ramas de la dinastía Borbónica (España y Francia) a crear una serie de alianzas en los que cada uno velaba por sus propios intereses: Pactos de Familia.
Primer Pacto: firmado el 7 de noviembre de 1734 en el Real Sitio del Escorial por Felipe V y Luis XIV.
El monarca Luis XV, sobrino de Felipe V y estaba casado con María Leszczynska, hija de Estanislao, rey de Polonia y Lituania, provocó la entrada de Francia en la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-1738).
Segundo Pacto: firmado el 25 de octubre de 1743 en Fountenebleau por los mismos monarcas.
Aprovechando la Guerra de Sucesión de Austria (1743-1748) Luis XV apoyó las aspiraciones españolas en el norte de Italia.
En 1746 fallece Felipe V y es nombrado rey Fernando VI de España, hijo del primer matrimonio de Felipe V, entonces el gobierno español adoptó una política exterior de neutralidad, equidistante entre Londres y París, y liquidó el segundo pacto para evitar las guerras.
Entonces España ya no debía apoyar a Francia en sus guerras. Inglaterra, por su parte, aceptó la suspensión del Navío de Permiso y del Asiento de Negros. Gracias a esto España ganó Milán y recuperó los ducados de Parma, Plasencia y Guastalla y el Infante Felipe es nombrado Duque de Parma en 1748.
"Quien ataca a una corona, ataca a la otra. Cada una de las coronas mirará como propios los intereses de la otra, su aliada".
En caso de que alguno de los países firmantes del pacto entrase en guerra con el tercero, podía requerir el apoyo militar del aliado con las siguientes condiciones:- Antes de tres meses desde el requerimiento del apoyo del aliado, el otro enviará 12 navíos y 6 fragatas.
- Si fuera España el que solicita enviará a Francia, aparte de lo mencionado, 10000 soldados de infantería y 2000 de caballería; si el que solicita es Francia, enviará 18000 soldados de infantería y 6000 de caballería.
- Para hacer efectivo el envío de estas fuerzas no habrá que justificar su solicitud.
- Las tropas estarán a órdenes del demandante.
- Las guerras en las que se involucre Francia, si atacan terreno francés España lo defenderá.
- Los acuerdos de paz se tomarán de común acuerdo.
- Felipe I de Parma en su parentesco con ambas partes, estará a favor de España.
- No podrán incluirse en este pacto terceros países no Borbones.
- A los españoles que vivan en Francia se les tratará como franceses y no como extranjeros.
- El tratado seguirá en vigor mientras reinen los Borbones.
En 1769 se renueva el Tercer Pacto, Tratado de Aranjuez, y Francia junto con España toman la revancha contra Inglaterra participando en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos (1775-1783), para defender las colonias hispano-francesas en América.
Inglaterra tuvo que reconocer la independencia de Estados Unidos y devolver Menorca, Florida y Sacramento en el Pacto de Versalles en 1783.
Estas guerras ya no son por ideales, sino por intereses de poder de las dinastías.
En los pactos de familia cada parte buscaba su único interés y España, muchas veces, quedaba abandonada por Francia cuando a ésta ya no le interesaba la guerra.
Como consecuencia de las guerras de Carlos III vuelve un período de crisis que aumenta en la época de Carlos IV.
Con Carlos IV aparece el Tratado de San Ildefonso (1796), que es una nueva alianza con Francia y nuevamente contra Inglaterra, lo que vuelve a presentarse como la vuelta a la política de los Pactos de Familia. Aunque no es del todo cierto ya que los Borbones fueron eliminados de Francia durante la Revolución Francesa (1789-1799).
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